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el periodico de saltillo
Noviembre 2014, ed. #309



“#Súper Riquelme” derrocha dinero
“Nuestros impuestos al Santos…”


Manuel Padilla Muñoz.

“Nuestros impuestos al Santos. No al autoritarismo”, rezaba una enorme manta que encabezaba la marcha de protesta de miles de laguneros en apoyo a los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, el pasado miércoles 23 de octubre.

Resulta por demás sintomático que los estudiantes laguneros hayan mezclado dos temas: uno, nacional, el caso de los estudiantes normalistas y, dos, el caso del “donativo de más de 100 millones de pesos que en dos días hizo el alcalde Miguel Ángel Riquelme a favor del equipo de futbol Santos Laguna, dinero del pueblo, de nuestros impuestos.

El suceso local, que está causando crispación social no es el único que ha beneficiado al Santos, propiedad de Cervecería Modelo. Veamos: en el año 2007, el tristemente célebre alcalde panista José Ángel Pérez, le entregó 20 millones de pesos; en ese mismo año, el ahora innombrable gobernador coahuilense, Humberto Moreira, le dio recursos públicos por 150 millones de pesos para la construcción del Territorio Santos Modelo, y ahora Miguel Ángel Riquelme le cede, también del dinero de los torreonenses, 130 millones de pesos. El equipo Laguna tiene un valor de 142.6 millones de dólares. Además, el Santos Laguna no paga impuestos sobre espectáculos. Total: 290 millones de pesos se agencia el Santos propiedad de los laguneros y coahuilenses.

Días después de que el alcalde de Torreón firmó el convenio, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Torreón, SIMAS, dio a conocer que el Ayuntamiento le gestionaba un crédito por 100 millones de pesos “para saldar una deuda de más de 100 millones de pesos heredada desde la administración (panista) de Jorge Zermeño con la empresa Ecoagua.” Resulta muy dudosa la causa de este préstamo que aumentará la deuda pública del municipio de Torreón.

La pregunta es: ¿No hubiera sido ideal, señor alcalde, que esos más de 100 millones regalados al Santos se destinarán a cubrir este adeudo? Con ello se ayudaría a mejorar la situación financiera de la paramunicipal que Eduardo Olmos Castro la dejó al borde de la quiebra. Eso sí benefi- ciaria a los habitantes de Torreón; el “donativo” al Santo, no, señor presidente municipal.

Y es que todo parece indicar que al alcalde Riquelme se le atrofiaron las dos neuronas de su cerebro. No se puede entender de otra manera.

¿Cuántas obras se pueden construir con más de 100 millones de pesos? ¿160 aulas bien equipadas a un costo de 500 mil pesos cada una? ¿40 norias para satisfacer la demanda de agua potable en colonias que no la tienen? ¿Algunos cientos de metros de pavimento en calles que urgentemente lo necesitan? ¿200 plazas públicas pueden ser modernizadas y bien equipadas?

De todo esto y muchas obras más que Usted pueda imaginar por ser necesarias urgentemente para mejorar la estructura urbana, los torreonenses nos veremos privadas de ellas en los próximos tres años porque, de pronto, con fanfarrias de la prensa al servicio del alcalde, apareció el súper héroe de pacotilla “Súper Riquelme” y nos hizo el favor.

Resulta que el alcalde Miguel Ángel Riquel- me firmó un “convenio” con el Club de Futbol Santos Laguna, a quien graciosamente se entregó a sus brazos y le concedió un “apoyo” de más 100 millones de pesos. Pero no solamente esos: “un extenso paquete de exenciones… a cambio de mantener abierta la transmisión por televisión del equipo santista cuando juegue como local.”

El “paquete” incluye que el estadio del Territorio Santos Laguna no pague el impuesto predial, que todos los torreonenses estamos obligados a pagar por la buena o por la mala. El Club Santos Laguna no “pagará algunos derechos como expedición o refrendo anual de licencias de anuncios, funcionamiento y alcoholes, entre otras.” Es bien sabido que en cada juego, el Territorio Santos Laguna se convierte en la cantina más grande del norte del país. ¿Y a cambio de todo, qué recibirán los torreonenses, dueños del dinero que se entregó graciosamente?: 700 boletos en las “cabeceras” que serán repartidos entre “los seguidores del Santos”

El tema, inédito por cierto, se convierte en tema para análisis de politólogos, políticos y periodistas.

En primer lugar, #Súper Riquelme, por sí mismo, no puede firmar un convenio leonino de esta naturaleza. Debe ser autorizado por el cabildo (así, con minúsculas) que, se supone, debe ser la máxima autoridad en el municipio y su misión es cuidar la inversión del dinero público en obras y servicios que verdaderamente beneficien a toda la comunidad, no solamente a los muy ricos como es el caso que nos ocupa. ¿Lo autorizó el cabildo o están fallando los ediles a su misión principal para la cual fueron “electos?”. Lo hicieron poste- riormente utilizando el nefasto “mayoriteo” priista.

Ni aún el cabildo tiene autoridad para exentar el impuesto predial, que es el único impuesto que pueden cobrar los municipios, tiene que ser el Congreso. Los llamados “derechos” sí, pero a tal extremo, no, porque es discriminatorio pues ningún empresario de espectáculos puede tener ese privilegio. O sea, ¿sigue el gobierno beneficiando solamente a los ricos y poderosos?

Tradicionalmente, los equipos de futbol profesional celebran contratos de transmisión de sus partidos entre particulares, con las empresas de televisión. Y por ello reciben grandes cantidades de dinero. Hace unos meses, el Santos Laguna firmó convenio con TV Azteca para transmitir los partidos como local y por ello recibió una muy fuerte cantidad de dinero. Ahora, el Santos argumenta que se reservó el derecho de no transmitir a nivel local los partidos por televisión. Con ello, de hecho utiliza una especie de chantaje contra la autoridad municipal amenazando de no permitir a los laguneros ver los juegos por TV. ¿Es justo y legal de parte de los directivos santistas utilizar esta amenaza para obtener dinero sucio perjudicando a los ciudadanos de la Laguna y dejarlos sin algunas obras que se podrían construir con ese dinero? ¿Tienen alguna conciencia esos directivos?

Si el alcalde Miguel Ángel #Súper Riquelme es aficionado de corazón al Santos, muy su gusto. Pero, reiteramos, de los más de 800 mil habitantes del municipio de Torreón, no todos son santistas y son los ciudadanos los que, más que ver un juego del equipo por dos horas cada 15 días, necesitan más obras de infraestructura; la ciudad, para salir del atraso de más de 20 años en que la han sumido las últimas administraciones panistas y priistas, cuyas pandillas han saqueado el erario público al tiempo que la deuda pública aumenta alarmantemente.

¿Realmente alguien cree que ese derroche de dinero que hizo #Súper Riquelme sea en beneficio de la promoción del deporte, del rescate de los espacios públicos, como perversamente lo hizo aparecer la corresponsal del periódico saltillense Vanguardia? Claro que no, es una falacia ese argumente pueril de nuestro alcalde, un burócrata que llegó al poder sin proyecto de gobierno para el municipio.

#Súper Riquelme se cree todopoderoso y autoritario y, desde ahora, está utilizando el dinero de los laguneros con fines electoreros. Los 700 boletos que entregará el Santos al municipio serán repartidos entre los líderes sociales, que son los que entretejen la mal llamada “infraestructura” priista para ganar las próximas elecciones del 2015. Todos sabemos de antemano que, de esos boletos, la mayoría quedará en manos de esos “líderes” de colonias, y los pocos que lleguen a los votantes -“tragalonches”, les llaman los panistas-no serán utilizados sino revendidos pues a esas víctimas del voto de hambre les hace falta más el dinero que la diversión efímera de presenciar un partido de futbol pues, a decir verdad, no tienen oportunidad de asistir al estadio donde los precios de todos los productos que ahí se venden son exorbitantes. ¿A quien quiere engañar #Súper Riquelme? Si quiere regalar dinero, que lo haga, pero con el suyo, no con el dinero de todos los torreonenses. No les basta con la compra virtual de votos repartiendo míseras despensas mensualmente, tinacos, pintura, impermeabilizante, ahora hasta boletos para el futbol. Así de claro.

¿No es este un acto leonino, degradante, ofensivo a la ciudad por un alcalde autoritario que siente que su voluntad es ley y no tiene obligación de consultar a los ciudadanos qué hacer con el dinero de todos? ¿Ese valor nos otorga Miguel Ángel Riquelme? Que poca…

Mensaje virtual del alcalde Miguel Ángel Riquelme a los laguneros: trabajen más, quítenle dinero a la comida de sus hijos para dárselo al Santos.

“No fue penal…”, fue golazo del Santos al dinero de los laguneros.

manuelpadillaperiodista@hotmail.com

 
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